«Más mujeres en ingeniería, no es sólo una cuestión de atracción»

Se necesita también  mejorar la experiencia de las estudiantes dentro de las aulas, especialmente cuando trabajan en equipos

Publicada el viernes 20 de marzo en La Segunda

Existe una opinión generalizada que es necesario incorporar a más mujeres a los programas de Ingeniería. Las grandes organizaciones reconocen que la diversidad de puntos de vista, habilidades y sensibilidades que aportan las ingenieras a los equipos de trabajo, mejoran la calidad de la toma de decisiones, así como el grado de innovación de las soluciones que se diseñan e implementan.  Las universidades han estado implementando políticas para favorecer el acceso de las jóvenes a estudiar especialidades de ingeniería.  Sin embargo, la participación de mujeres en carreras de ingeniería se mantiene en el rango de 20-25%. Algunos estudios establecen que las mujeres se desincentivan mucho antes, en los primeros años de educación básica, por incursionar en las áreas STEM (acrónimo que en inglés se refiere a ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).

Pero la diversidad en ingeniería no es sólo cuestión de atracción, también se requiere mejorar la retención de mujeres. Un grupo de profesores de la Escuela de Ingeniería Industrial, apoyados por la socióloga Sofía San Martín, han estado involucrados en iniciativas para entender y mejorar la experiencia de las estudiantes, especialmente en asignaturas como  programación computacional y simulación. El foco de estudio ha sido la dinámica de trabajo en equipo, obteniéndose resultados consistentes con la literatura internacional que señala que los contextos de aprendizaje grupal en ingeniería tienden a relegar a las mujeres a roles más cercanos al estereotipo de género. Los estereotipos culturales negativos existentes sobre la relación entre las mujeres y la tecnología influyen en la menor confianza de las estudiantes y su menor sentido de pertenencia al campo de la ingeniería.

El trabajo grupal se ha extendido como una de las metodología predilectas en la formación universitaria. Sus beneficios son claros para el desarrollo de las habilidades de interacción social. ¿Cómo fortalecer en el trabajo en equipo la percepción que las estudiantes tienen de sus capacidades técnicas?. Algunas prácticas que hemos identificado como útiles, son conceptualizadas desde la psicología social como experiencia vicaria y persuasión verbal, entendidas como el aprendizaje a través de modelos con los cuales puedan identificarse, sumado a un constante estímulo verbal como retroalimentación de su desempeño en estas asignaturas. Algunas de estas prácticas recomendables son: diversidad en los equipos de profesores, visita de charlistas mujeres al aula (ex-alumnas, emprendedoras, etc.), selección de temáticas de contenido social para el desarrollo de los proyectos grupales, inclusión de bibliografía técnica escrita por mujeres, y fomento de actividades extra-curriculares que permitan que las mujeres se conozcan y apoyen entre ellas. Otras prácticas recomendables  son  evaluar, al inicio de cada asignatura,  las brechas  que pudieran existir debido a la menor exposición previa de las mujeres a tópicos tecnológicos (ej:programación). También es útil alentar el aprendizaje basado en errores, que ayuden a los estudiantes a tomar riesgos controlados, promoviendo la progresión de aprendizajes y la sensación de dominio técnico  en forma paulatina.

No basta con atraer más mujeres a estudiar carreras de Ingeniería, debemos mejorar su experiencia en los programas educativos de la disciplina, a través de la incorporación de la perspectiva de género a lo largo de todo el proceso de aprendizaje.

Patricia Jiménez R. – Jimena Pascual C. – Franco Guidi P.

Profesores

Escuela de Ingeniería Industrial

Opinión: Más mujeres en ingeniería, no es sólo una cuestión de atracción
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