Un momento de recogimiento y devoción se vivió en la Capilla de Casa Central durante la celebración del Día del Sagrado Corazón de Jesús, patrono de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, con una misa a cargo del Gran Canciller de la Casa de Estudios, monseñor Gonzalo Duarte García de Cortázar.
Hasta allí llegaron representantes de la comunidad universitaria, encabezadas por el rector Claudio Elórtegui.
En la ocasión, monseñor Duarte reflexionó sobre la condecoración Fides et Labor entregada por la Casa de Estudios a los profesores que concluido su actividad académica. “Al escuchar la semblanza de todos los profesores y profesoras que lo han recibido, me ha llamado profundamente la atención que, además de ser una semblanza de los logros y éxitos académicos, quizás lo más importante es destacar los aspectos humanos”, dijo, destacando que ello refleja muy bien el espíritu de la Universidad, que se expresa con esta celebración del Día del Sagrado Corazón.
Sobre el sentido de esta celebración, manifestó que “la persona vale lo que vale su corazón. Y hoy día, para destacar precisamente la importancia del corazón, de una vida conforme a criterios profundamente humanos, que se manifiesta en actitudes cordiales, respetuosas, la Iglesia presenta al corazón de Jesús como un ideal de vida, un ideal de actitud cristiana”.

MÚSICA PARA EL ESPÍRITU

A continuación, con la música sacra como canalizadora de la devoción por el Sagrado Corazón de Jesús, se realizó un concierto a cargo del Coro Femenino de Cámara, el Ensamble Ex Corde de la PUCV y los músicos invitados Eduardo Simpson y Michael Landau, todos bajo la dirección del compositor Boris Alvarado.
Ésta fue una celebración marcada por la música, la conexión con nuestra espiritualidad y la armonía entre las voces del Coro Femenino de Cámara y las melodías del Ensamble Ex Corde.
Un concierto cuya atmósfera fue un tránsito desde una tranquila solemnidad con la presentación del Coro a capella, con piezas como “The Wild Song” de Michael McGlynn, “Ave María” de Ronald MacIntyre y “Lux Aurumque” de Eric Withacre, a melodías más intensas con la incorporación de las cuerdas en “Poema I” de Marlos Nobre y “En el fondo de mi lejanía se asoma tu casa” de Rafael Díaz.
Fue la interpretación de esta última pieza uno de los momentos más conmovedores del concierto. Un emocionado Rafael Díaz, compositor de la obra, recibió el afectuoso aplauso del público por la obra en la que evoca un recuerdo de su infancia cuando, camino a la escuela, inventó un silbido para ahuyentar a los animales del bosque.
Ya en la segunda parte del concierto se interpretó “Mass for the Children” de John Rutter, misa escrita a modo de “Misa brevis” (sin credo) a la que se han añadido varios textos poéticos ingleses de renombre. El concierto se cerró con el agradecimiento del público, traducido en fuertes aplausos.
Ésta fue una celebración marcada por la música, la conexión con nuestra espiritualidad y la armonía entre las voces del Coro Femenino de Cámara y las melodías del Ensamble Ex Corde, todo en torno al mensaje de amor y entrega que nos deja el Sagrado Corazón de Jesús.

Gentileza de Dirección General de Vinculación con el Medio