El ingeniero civil industrial de la PUCV define su emprendimiento como una comunidad de lectura y ponen la atención en cada integrante de los clubes de lectura

La idea de este emprendimiento nació el año 2019, momento en que Matías Muñoz era estudiante de ingeniería civil industrial en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. En una asignatura les pidieron elaborar una solución digital y se le ocurrió idear un sistema que permitiera reutilizar libros usados.

Luego, en plena pandemia, con el auge de las tecnologías y comunicación online, junto a unos amigos se les ocurrió crear un marketplace para la compra y venta de libros usados, a partir de la idea gestada en 2019. El equipo quedó conformado por Matías Muñoz, ingeniero civil industrial PUCV, Gonzalo Briones, historiador y ligado también al mundo de la tecnología, Paulette Ponce, ingeniera de diseño de productos de la UTFSM y Benjamín Cáceres, técnico en informática.

Desde el inicio de Matchbook hasta hoy ¿cuál es la evaluación que pueden hacer de esta experiencia?

La experiencia de emprender ha tenido un impacto radical en nuestras vidas. Cuando partimos oficialmente con Matchbook había comenzado recién la pandemia, con Benjamín (técnico en informática), Gonzalo (historiador) y Paulette (ingeniera en diseño de productos) estábamos todos en nuestros estudios de pregrado, no teníamos recursos suficientes para montar nuestro proyecto tal como queríamos y tampoco teníamos mucha experiencia laboral. Sin embargo, confiábamos en nuestro propósito: acercar la lectura a las personas. A partir de ese núcleo, formamos nuestros primeros clubes de lectura, participamos en bootcamps de emprendimiento, creamos nuestro primer MVP y así fuimos creando una comunidad teniendo al libro en el centro. Claramente el camino fue difícil al partir desde cero, pero eso nos entregó muchas habilidades y aptitudes indispensables como la perseverancia, la creatividad y el liderazgo.

Por otra parte, es realmente admirable lo sólido y fuerte que es el ecosistema del emprendimiento en Chile. Oportunidades no faltan para quien se instruya bien en las reglas del juego. Hay muchas instancias de financiamiento, educación y networking tanto públicas como privadas, así que uno nunca se encuentra sólo en este camino.

¿Cuáles son los últimos fondos que se han adjudicado y a partir de eso cómo se proyectan como emprendimiento?

El último fondo que obtuvimos fue el Semilla Inicia de Corfo, con ese dinero pudimos financiar el desarrollo de nuestro sitio web con tecnología propia. En adelante estamos enfocados en mejorar la experiencia de usuario tanto a nivel de la compra-venta de libros como en la participación de nuestros clubes de lectura pues queremos ser reconocidos como la marca líder en el ecosistema del libro en Chile y esperamos también irnos expandiendo a otros países. Actualmente contamos con 433 usuarios alrededor de todo Chile y más de 800 libros disponibles en nuestro catálogo.

¿Cuál es el sello de Matchbook con el que se diferencian de otros sitios que ofrecen libros?

No somos una librería online. Matchbook es una comunidad de lectura, por eso nuestro sello distintivo está en la atención que ponemos a cada una de las personas que forman parte de la marketplace o de nuestros clubes.

Cuando ingresas a Matchbook, no sólo compras libros y ya, te sumerges en una experiencia que te acompaña en todas las etapas de la lectura. Desde que compras el libro, pasando por la lectura, su socialización e incluso, su eventual reventa.

¿Cuál es el perfil de los usuarios de Matchbook y qué los caracteriza?

En la marketplace hay de todo, desde personas que venden un sólo libro, libreros independientes que ofrecen libros usados, hasta librerías pequeñas establecidas que usan Matchbook como un canal de venta online.

En nuestros clubes de lectura la mayoría de las usuarias son mujeres profesionales de diversas áreas que buscan en la lectura de libros un espacio para compartir ideas con otras personas.

¿Desde la experiencia del emprendimiento, ¿qué tips o consejos les darías a los estudiantes de Ingeniería Civil Industrial  y de la PUCV que piensan emprender ya sea en el largo o corto plazo?

1) La prioridad, cuando se es joven es asegurar la longevidad del proyecto. Por eso las dos virtudes claves son la paciencia y la resiliencia. Emprender es un camino largo y lleno de fracasos. Fracasos feos, de esos que te restan confianza y pueden generar un profundo síndrome de impostor, algo muy común entre emprendedores jóvenes.

2) Para llegar rápido anda solo, para llegar lejos anda acompañado. Este antiguo proverbio es un mantra en el emprendimiento. Y no me refiero sólo al equipo, sino también a los contactos. Cuando uno emprende entiende el verdadero significado del “networking” y por qué es absolutamente crucial sobre todo para emprendedores jóvenes.

3) No hables de tu idea con todo el mundo, mejor aprende a hacer buenas preguntas. Cuando hablas de tu idea, la gente tiende a mentirte para no herir tus sentimientos. Todo el mundo te dirá “¡qué bien lo que haces!”, “¡es una gran idea!”, etc… Nada de eso te sirve. Es mejor aprender a hacer preguntas que te ayuden a conocer la historia de la otra persona y cuáles son sus dolores reales. Así podrás concluir por ti mismo si tu producto o servicio tendrá ajuste de mercado.

4) Follow the money. No basta con encontrar un problema que mucha gente tenga, también hay que asegurarse de que estén dispuestos a pagar por resolverlo.

“Queremos ser reconocidos como la marca líder en el ecosistema del libro en Chile”
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